Levantate.

Llueve, truena y relampaguea... Son las 12:00am. Es de madrugada. No se ve mas que el reflejo de mi rosto en lagrimas. Corro sin cesar, se que es una tormenta, pero alguien me puede socorrer. No veo nada, la lluvia a cegado mis ojos y no veo a donde voy. Siento la ropa empapada y los zapatos ya no están, mi ropa ya desgastada no da para mas. Trato de correr pero la respiración no me da para eso. Veo una casa maltrecha y abandonada en el medio de este Sahara. No encuentro como correr; de pronto tengo fuerzas para llegar y tocar a la puerta. ¡Toc! ¡Toc! ¡Toc! Nadie responde. De mi cuerpo malherido sale un grito de horror y con las fuerzas que no tengo logro decir un ¡Auxilio, que alguien me ayude! Pero, nada, nadie sale de esta horrible casa. Dentro de ésta se ve una luz, una luz que no da para iluminar ni un cuarto, pero veo signos de vida en ese hogar (Si se le puede llamar de ese modo). Era un hombre que vivia en estas condiciones, me abrio la puerta a medias mientras preguntaba quien era. Le dije, " Soy, soy,soy La muerte" Este hombre me cerró la puerta en la cara y me dijo "ven otro día, que aun no me preparo". Me enfade pero no puede sostenerme. El con lastima en sus ojos me dejó entrar y me preguntó, ¿Por qué te dices llamar la muerte? Le conteste " porque eso es lo que estoy a punto de emprender". Me miró con ojos de pena mientras me decía que me levantase, que una nueva vida me esperaba. Lo miré con éstos ojos que más grandes no se pudieron poner y me levanté. Este hombre había sido tan generoso conmigo me había permitido etrar, pero, lo odie como solo se odia al enemigo en batalla. Me marche de ahí con toda y rabia, pero este hombre me acompañó hasta donde estaba este señor. El viejo se fué y en mí solo nació el querer, luego de haberse marchado, este señor me tomó en sus brazos y me llevó a un lugar seguro. Son las 6:00am, ya ha dejado de llover, de tronar y relampaguear... Me siento fría, no siento mi cuerpo, la sangre ya no corre por mi cuerpo, ni por mi mente el pensamiento. Son las 6:00am y ya no estoy...