Segundos, minutos, horas y días

Llevaba un día donde nada podría afectarme. Había decidido rendirme ante lo que la vida tuviera que ofrecerme. Segundos y minutos de alegría y horas y días de agonía. Que fácil sería engañarme y hacerme creer que ésto era lo que mi vida necesitaba. Nunca es tarde para volver a empezar me intentaba convencer. Fue un día cuando no lo esperaba, cuando aun no podía idear la posibilidad de ser feliz llegó a mi vida una gotita de esperanza. No me lo esperaba, ni siquiera lo busque pero Papito se apiado de mis horas y minutos en que sentía que nadie fijaba sus ojos en mi. Fue ahí donde la conocí, fue en esos instantes que mi vida tomo otro sentido, donde conocí el significado de la amistad. Muchas gotitas habían transitado por este gotero pero, no todos habían calado tan profundo en mi corazón. Dicen que tanto esta la gota en la piedra hasta que la rompe, hoy puedo dar fe de eso. Nunca pense abrir mi corazón sin reservas a alguien que apenas conocía, nunca pense que mostrar cariño hacia otra persona que no fuera familia. Mi corazón apenas se puede contener al oir su voz, ante su presencia. ¿Cómo puede ser que la quiera tanto y la extrañe tanto teniendola tan cerca? ¿Hasta cuando durará este sentimiento? La quiero, la extraño, la necesito... que hermoso sentimiento es este que las palabras más bonitas no lo pueden expresar.
Ahora mis segundos, minutos, horas y días estan llenos de amor, de gratitud, de emoción porque al fín conseguí a la amiga que tanto necesitaba.
Te amo D.R.